Dios me hace ver, entender y experimentar lo que he visto. El alma tiene que estar completamente limpia de apegos, faltas voluntarias, etc., para que así, completamente limpia, pueda encontrar a Dios en ella.
Por eso veo que es bueno al ponernos a hacer la oración, hacer algún acto de arrepentimiento de nuestros pecados y faltas, aunque sean pequeñas. Debemos disponer el alma lo más limpia posible para poder encontrar a Dios y dialogar con Él.
Para poder encontrar a Dios en el alma, hay que poner el alma en una disposición especial de limpieza y de amor. El alma, así, podrá encontrar a Dios, que no se hace esperar, porque en un alma así Él tiene sus delicias.